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Homo Onubensis

Huelvanidades... sobre las Cosas

Soy de Huelva. Y te amo, Huelva.

Soy de Huelva. Y te amo, Huelva.

Eres la tierra que me viste nacer hace ya más años de los que me gustaría, me has visto crecer, madurar. Me has visto ser padre, enamorarme. Me verás morir lo más tarde posible.

Soy de Huelva, te amo Huelva. Te quiero con tus cosas, con tu chocheo. Con tus coloretes de viuda, con tus arrugas disimuladas con talco. La que te guardas la calderilla en bolsas de plástico de Arcos con dos o tres nudos. La que coge tu abanico para taparte las manchas de tu vestido. La que solo vives para contar lo guapa que fuiste.

Te amo Huelva. Pero jamás me enamoraría de ti.

No.

Me resisto a tratarte como a una loca repitiendo la mentira que eres la más guapa de todas. Quizás lo fuiste, no te conocí. Es más, eres tan peculiar que ni tú misma sabes bien que hiciste en tu juventud. Te quiero, si, viviría eternamente contigo. Pero no me pidas que mi corazón sea tuyo por el simple hecho de acunarme entre tus brazos.

Quizás me tengas como ese hijo mezquino y huidizo al que solo ves por Colombinas, por Navidad o por cualquiera de las fiestas de guardar. Pero es que me duele ver como te hacen fiestas simplemente por seguirte la corriente. Estás mal. Tú lo sabes. Estás más “pallá que pacá” y si, puede ser que me equivoque, pero quizás es hora de que te pongas en manos de profesionales e intentemos entre todos hacer más livianos los años que te queden de vida. Habrá que plantearse medicarte, tratarte, que diagnostiquen tu enfermedad y así poder saber bien qué es lo que tienes.

Yo no te traeré flores, no soplaré el matasuegras en tu cumpleaños. Es más, ni te regalaré nada. Estaré, te miraré, y te sonreiré más por pena que por amor.

Por mucho que me apene sigues prefiriendo a los demás. A los que te hablan de que te montarás en AVE cuando ni siquiera se han subido en tren. A los que te llevan a Sevilla con una pinza en la nariz no vayas a infectarte de esa grandeza. Sigues yendo a inauguraciones de fuentes, plazas y rotondas por que luego puedes escuchar “Mi Huelva tiene una Ría” con la que tanto has bailado. Te hacen creer que tú eres el onubensismo o la huelvanía en persona, y los miras extrañada porque no sabes que son esas palabras. Pero te gusta que te lo digan, suena bien. Es bonito que te digan que eres algo.

Te seguiré mirando desde la segunda fila. Viendo como se rien de ti, como matan poco a poco lo que eras para hacerte otra cosa.

Ahogaré mis lagrimas con una sonrisa porque te amo y no se como decirtelo.

Te amo Huelva. Pero jamás me enamoraría de ti.

Querer lo que yo quiero.

Querer lo que yo quiero.

Dicen que hay personas que nacen con estrella y otros estrellados. Y no, no me encasillo. No termino de colocarme en las vía por las que discurre mi vida. No sé si tengo estrella, o estoy estrellado. 

Lo que si que tengo es vértigo a vivir. A ser feliz. 

No culpo a nadie. El único problema de mi vida soy yo. Mi tara es mi forma de ser. A veces ángel, a veces demonio. Unas veces todo, otras nada. Una de cal, y su correspondiente de arena. Estoy en ese momento en el que debo de decidir qué camino elegir si el yin o el yan. Llevo toda mi vida intentando ser buena persona y no me sale. Mira que lo intento, pero nada. Siempre mis buenas intenciones, mis formas, se tornan confusiones y malos entendidos y, al final, siempre acabo cargando mas peso en mi mochila de los lamentos. Será la edad, pero cada vez tengo menos fuerza para cargar con el peso de mis errores (o de mis supuestos errores). 

Pero, no me sale. Rondo los dos  millones y medio de defectos. Asumidos y asimilados. Y el principal de ellos es retroalimentar mis errores enquistándolos en traumas y depresiones anímicas. En altibajos emocionales. A mis grandes logros o méritos le resto importancia y a mis pequeños fracasos los elevo a la altura de crisis vital.

Ya lo digo. El único problema de mi vida soy yo y debo ser yo mismo el que, como dije antes, opte por seguir el camino de continuar intentando hacer el bien, aunque no me salga, o mandar a tomar por culo al angelito este que se me planta en mi hombro derecho e ir dando palos de ciego a diestro y siniestro sin más oficio que beneficio. 

Llevo toda mi vida diciendo SI a los demás y NO a mi mismo. La hoja de servicio de mis batallas emocionales está llena de heridas difícilmente cicatrizables y, cuando todo parecía que al menos mi corazón, con más remiendos que un muñeco vudú, empezaba a tener una cadencia de latidos constante, las costuras del alma se vuelven a deshilachar filtrando de nuevo la acidez de los recuerdos y mi incapacidad de amar. SI. No se amar, no se querer. Lo reconozco.

Según se dice “mejor solo que mal acompañado”, pero es que resulta que la mala compañía siempre soy yo. Por h o por b la cuchillada del desánimo siempre va a terminar en mi pecho y las heridas cada vez tardan más en olvidarse… y duelen más, como dije antes, será la edad, o que la morfina ya no calma los dolores que arrastro desde hace década y media. 

Quiero vivir. Quiero equivocarme. Quiero llevar las riendas de mi tristeza y de mi felicidad. Quiero llorar. Quiero reír. Quiero blanco. Quiero negro. Quiero todo. Quiero nada. Quiero esto o lo otro. Quiero dar un paso atrás, tres palante y dos al lado. Quiero querer. Quiero olvidar…

Quién me quiera querer tendrá que querer lo que yo quiero…

PARÉNTESIS...

Hola amigos, anuncio que me tomo un kit-kat, una pausa. Ahora mismo el blog no me llena como antes, lo tengo más como una obligación moral de decir y contar cosas que como válvula de escape. Y así, ni me llena ni me lleno.

Volveré, sin duda...

Cerrozajo Temporal

Cerrozajo Temporal

Buenos días anónimos seguidores, dadas las escasas ganas e iniciativas novedosas propias del periodo estival, comunicamos que me tomo un refresquito a vuestra salud.

Prometo volver.

Portaos bien y sed felices.

 

Onuba, Huelva 50 años atrás

Mi amigo Alberto me pasa este interesante video de la Huelva más profunda y auténtica. Esa Huelva popular y tradicional, del Recreativo y del Nazareno, del fandango y el Litri. Una Huelva con arraigo y sabor, de la que ya sólo nos queda su nombre.

Disfrútenlo

Ciudadano Cortés

Ciudadano Cortés

Un alcalde, un político pijo y un gitano se reúnen en Madrid para hablar de Justicia… No. No es el comienzo de ningún chiste de Chiquito de la Calzada, no. Muy a mi pesar no es un chiste, es una realidad tan grande como el corazón de Juan José Cortés, un “padre coraje” que está siendo utilizado como una autentica marioneta por comediantes de la política, con el único cometido de sacar tajada en forma de voto. Da asco, la verdad que da asco.  

Tras la nefasta desaparición y muerte de Mari Luz, Juan José Cortés aparece en pantalla como un luchador en busca de justicia, un símbolo de solidaridad. La vida de este pastor comienza a ser tratada por los medios de comunicación y pasa a ser un icono mediático y social, efecto que es considerado por los partidos políticos como una inversión en votantes. La jugada es perfecta. Se une el dolor de una familia, la personalidad inquebrantable de un padre, un pueblo que le acompaña en el sufrimiento… votos, al fin y al cabo, votos.

En este juego de tahúres que es la política, el PSOE de Huelva vuelve a hacerse el tonto y da por perdido a un miembro de su partido (Juan José Cortés era militante socialista hasta hace unos días) que seguramente les ayudaría a dar ese golpe de timón en el Ayuntamiento capitalino. Una vez más el PSOE insistirá en vivir en una oposición en la que vive más cómodo que teniendo el poder, una vez más el PSOE luchará por ser segundo. Una vez más se lavará las manos de una alcaldía, que dicho sea de paso, empieza a tener un agujero más que preocupante.

Siempre lo he dicho y volveré a insistir en ello. Huelva es cateta, de pueblo. La realidad de “Bienvenido Mr. Marshall” en pleno siglo XXI. Banderitas, pitos, flautas… y un alcalde de pueblo. Eso es lo que gana aquí, eso es lo que gusta aquí. El intentar ganar las elecciones con políticos de una formación cultural incuestionable como José Juan Díaz Trillo o Manuela Parralo es utópico e irreal. Insisto, aquí sólo gusta un alcalde que baile sevillanas en las Asociaciones de Vecinos.

Y vuelve a caer en el error. El PSOE de nuevo se equivoca dejando escapar a Cortés. El PP ha confirmado hoy que “no irá en las listas por Huelva”. Veremos.

El PP de Huelva da asco, pero es que el PSOE es vomitivo. No sé a qué están esperando a buscar una “figura” al estilo de Huelva, al estilo colombinero de Mi Huelva tiene una Ría. Con el Ciudadano Cortés han perdido una oportunidad de enganchar a Huelva, que pase el siguiente…

Homo Onubensis Dixit

La Felicidad (según Paco Miranda)

La Felicidad (según Paco Miranda)

Recojo la reflexión inicial que hace el Inspector Paco Miranda en el primer episodio de la serie Los Hombres de Paco de esta nueva temporada. Me pareció genial... y cierta.

Un día vi un anuncio de un tipo que jugó al negro y salió rojo. Que lo había perdido todo, pero que era feliz porque tenía un coche, y me pareció una autentica mierda.

 

Ahora entiendo ese anuncio. Y sé que la felicidad está tejida con jirones de ilusión, y que la ilusión la fabrica uno mismo, con la fuerza que le queda después de haberlo perdido todo.

 

Y que no hay nadie como un niño para poner en pie ese sueño que es el más difícil del mundo.

Uno espera siempre lo mejor del porvenir. Cada navidad se brinda porque se tiene la esperanza de que, de alguna manera, todo empiece de nuevo. Este año, mi carta a Papa Noel tiene más sueños que nunca, porque por mucho que sea el peso del pasado, la única forma de sentirse vivo es tirar palante con uñas y dientes, en inventarse nuevos sueños.

 

Y así va a ser.

 

 El mundo va a tener que ponerse mucho más hijoputa si quiere verme claudicar…

¡¡¡1er Aniversario!!!

¡¡¡1er Aniversario!!!

Hoy estamos de celebración.

Hoy se cumple el primer aniversario de este rinconcito íntimo de reflexiones y pensamientos. He de reconocer que era pesimista en esta misión cibernética de mantener un blog con un decoro mínimo, pero nada más lejos de la realidad he de decir que estoy más que satisfecho de este año blogero.

Gracias a todos aquellos, cotillas de la red, que por casualidad o poc escaso interés han accedido en mayor o menor grado a esta mi casa virtual.

Gracias de un modo más concreto a mis tres lectores (confesos) de este pedacito de red. A mi padre, ávido fanático anónimo (jamás me ha dejado un comentario...); a mi hermano José Andrés, seguidor incondicional de mis escritos; y a ti, mi niña, diaria lectora e inspiradora de mis reflexiones.

Este aniversario llega acompañado de un cambio estético que no se refleja en un cambio editorial. Mis palabras seguirán reflejándose como mi corazón dicte. Mi mente seguirá abierta sincera y clara para todos.

Gracias de corazón por este año.

¡Felicidades!

"Viva Huelva"...

"Viva Huelva"...

“Viva Huelva”… fue el grito histérico y definitivo de nuestro alcalde en el acto de inauguración del nuevo Mercado del Carmen. “Viva Huelva”… mientras decrépitas y pueblerinas parejas de pensionistas de chalequito verde cruzado aplaudían y vitoreaban una viva estampa traspapelada de años pasados. “Viva Huelva”…

Lo mío con Huelva va camino de ser un problema enquistado en mi alma. Comprendo a  esos transexuales que defienden la postura de que nacen dentro de  un cuerpo equivocado, que no es el suyo. Con mayor frecuencia me siento así, como si me hubiera equivocado de ciudad, como si mi alma fuera caletera o hispalense y tuviera que vivir en esta cárcel cateta que es Huelva.  Hasta para ser cateto hay que saber.

El frikismo onubense nos hace aplaudir un retraso de más de tres años en la apertura de un  mercado concluido hace más de uno y medio. Semos asín. Un pueblo cuya seña de identidad se colma en una carpa en la Plaza de la Soledad el día de San Sebastián. Un pueblo que aún guarda la ropa a estrenar para el día 8 de Septiembre. Un pueblo que gasta sus ahorros en pollo asado y cacharritos allá por el mes de Agosto junto a la Ría. Un pueblo que idolatra a quien pegue dos palmadas con un poco más de compás.

Huelva celebra a bombo y platillo que se abran las puertas de un mercado con más tres años de retraso, mientras ve indolente e impasible como mañana mismo se cierran las puertas de Astilleros. Ahí no hay foto, ahí no hay habas con chocos gratis, ahí no hay “Viva Huelva”…

 

Que no

Que no

Que no… que él no.

Que él no es una cobaya generadora de gasto público con la bandera del medioambientalismo como excusa. Que no. Él es libre y no de cuerpo. Atado de por vida a un collar maldito con siglas parecidas a las de un partido político. Reclamo de gobernantes, ingenieros, periodistas, curiosos… con el único fin de cubrirse las espaldas  y tapar bocas.

Caribú, el lince independentista, volvió a fugarse de su celda y puso en jaque nuevamente a los investigadores Doñanescos que más que investigar parecen tostarse al estático sol marismeño. Esta vez llegó a Portugal.

Tú, tal vez como yo amigo Caribú, somos Linces incomprendidos. Mejor coger las maletas antes de volverse loco en una jaula de grillos.

Suerte en tu próximo viaje.

Feliz Año 2010

Feliz Año 2010

Bueno bueno... alcanzamos la primera semana seria del año después de unos días de fiestas que, entre lluvia y lluvia, han pasado con más pena que gloria. Retomamos poco a poco la rutina de las tareas cotidianas que, dicho sea de paso, tan bien vienen tanto al cuerpo como a la mente.

Entramos de lleno en 2010, un año que seguirá siendo igual de difícil que el que dejamos con la salvedad que tendremos un año más de historia, menos fuerzas para afrontar los problemas, más cosas acumuladas en los deberes de la vida y más ilusión de creer que las cosas pueden y van a cambiar a mejor.

Yo acepto el reto de echarle cara al 2010.

¿y tu?

 

En Media Mañana

En Media Mañana

A la cordobesa Rosa Aguilar le bastó media mañana para darle un vuelco a las infraestructuras onubenses. Media mañana. 8 meses después de su nombramiento llega a Huelva por vez primera con el disfraz de solucionadora de problemas y con la cartera llena de humo. Por no hablar de sus manos y queriendo omitir la cabeza.

 

Convenció en media mañana a Perico Rodri para que el Ayuntamiento de Huelva se integrara en el Consorcio Provincial de Transportes. Firma, foto y Felices Fiestas señor Rodríguez. Después de esto Pedro tendrá que actuar de subalterno de la que será nombrada cabeza de cartel de este festival que no es otra que Petronila Guerrero, nombrada presidenta del Consorcio el día después de que el Ayto. de Huelva aceptara ingresar en dicha entidad. ¿Rodríguez a la sombra de Guerrero?, ¿reflejo de la futura situación en el Ayto. de Huelva?. Complejo lo veo. Golazo por la escuadra de la cordobesa, la de la cartera llena de humo.

 

En media mañana presentó el Proyecto de la futura Conexión Sur Metropolitana. En güervano los “puentes pa Punta”. Una infraestructura de menos de 10 kilómetros valorada inicialmente en 265 millones de euros que unirá las Puntas del Sebo y  Umbría cortando el Paraje Marismas del Odiel. Otro golazo. ¿Es necesaria tal inversión?, ¿Punta Umbría es tan inaccesible como para reventar la banca con estos puentes?. Con la que está cayendo para Astilleros, Nilefos, Fertiberia, los trabajadores municipales, las AA. de Vecinos… y andamos jugando a los Tente montando puentes.

 

Doña Rosa Aguilar se fue a media mañana. Dejando un reguero de ilusiones ópticas de cara a la galería. Ayer se ganó el sueldo jugando a ser la consejera benevolente. Veremos qué pasa.

 

Homo Onubensis Dixit

Sin título I

Sin título I

Con toda certeza no será su nombre, pero hoy se ha cruzado en mi vida una cría que bien pudiera llamarse Yalda Najla (la niña de la noche oscura). Sería atrevido decir que vino al mundo (¿?) hace once años en Raouf, una aldea de la región de Qaseem al norte de Kabul. Su familia, hoy sepultada bajo el leve roce de sus pies, apenas elevaba sus miras hasta más allá de ver crecer los hierbajos con los que alimentar su paupérrimo rebaño de cabras. Sin duda, toda una seria amenaza para el mundo civilizado occidental. Yalda, mira al horizonte, de espaldas al mundo que la mira con su solidaridad de telediario, resignada a la obligación de quedarse huérfana de padres y hermanas. Hermanas como Tamana y Leeda, esas pequeñajas gemelas de ojos verdes afganos con las que compartía catre junto al lecho paterno. 

 

Yalda, descolocada, aturdida, confusa. Espera sola a que la muerte venga a buscarla disfrazada de milimétrico bombardeo o explosión en nombre de Alá. ¿Qué más le dará ya eso? Matar en nombre de quién, a favor de qué, con qué objetivo. ¿Qué sentido tendrá la vida, y lo que es peor incluso la muerte, para nuestra Yalda?.

 

Cada noche, aquellas que pueda dormir vencida por el cansancio mental, soñará con la imagen de los restos de su familia repartidos por los escombros de lo que antes fue su casa. Le rezará a su Dios, a Alá, al que sea (¿a las alturas de partido en las que estamos qué importará ya eso?) para que la lleve con ellos, junto a sus hermanas, a dormir en su catre celestial. Cerrará los ojos y ni tan si quiera se preguntará porqué. No le merecerá la pena. Su pregunta no tiene respuesta para este mundo ciego e impasible ante tanta barbarie.

Sin título II

Sin título II

Para Dorotee McMillan hoy es un día extraño. Su asistente infantil, la afroamericana y obesa Archie Robinson, se pasó a recogerla antes de la hora habitual a la Escuela bilingüe anglofrancesa a la que asiste diariamente. Le encorsetaron sus gafas de sol graduadas de Prada y le dijeron: “Papá ha sufrido un accidente”. Poco más. Su madre, Sussy McMillan, ataviada al más puro estilo conejita Playboy, la recibió con un silencioso abrazo impersonal mientras se hacía un esfuerzo a sí misma por demostrar una entereza física más que dudosa que parece escapar por el vertiginoso escote fúnebre. En silencio, mientras caminaba de la mano con  su hija, repasaba la lista de psicólogos a los que podría acudir la pequeña Dorotee para salir de este mal trago por el que tiene que pasar. Es condición de hija de la Patria.

 

Tal vez no tenga derecho a llorar ni a preguntarse qué ocurre. Para su academicista y militar padre, forjado a golpe de grito en West Point, el mayor orgullo sería que su pequeña Dorotee doble milimétricamente la sagrada bandera americana y la consagre cada día de su vida.

 

Dorotee no volverá al colegio la semana que viene. Su madre le tendrá preparado un fin de semana en Walt Disney para que, mientras compra donuts y estalla globitos de colores, recupere la normalidad poco a poco y la vuelta a la rutina no le sea traumáticamente aburrida.

 

Dentro de unos meses Dorotee tendrá padrastro, que aunque no la querrá, la llevará el domingo a montarse en los caballitos.

 

 

Un último detalle. Miren las dos fotos y piensen. En algo, en lo que sea. Pero piensen.

 

El mundo cada vez da más asco.

 

Homo Onubensis Dixit

Las Veletas

Las Veletas

Qué instrumento tan dócil este que nos  señala la dirección del viento. Tan plano, tan sencillo. Tan directo y sincero. La veleta nos orienta vanamente hacia donde debemos de dirigir nuestros pasos si no queremos remar contra corriente, ir contra el viento. Ella nos marca la dirección a seguir pero ¿esa misma veleta nos marca el rumbo a todos? Parece que no.

Para políticos y dirigentes, obesos de sopa boba, nigromantes de la mentira, la veleta no es más que la brújula donde aferrarse según varíe el viento y según se llame el mismo. Pregúntele al gaditano si lo mismo da el poniente que el levante. Pues no, parece que no.

Los veletas, bien diferenciados del título del artículo, ningunean al ciudadano lucrándose en mayor o menor medida con independencia del viento que sople. Y a ti, votante anónimo, el que ese domingo electoral se siente partícipe de algo sin saber realmente de qué, que te zurzan. Valiéndome de Marx podría afirmar que la política es el opio del pueblo.  Nos tiene narcotizados en una eterna mentira sin remisión alguna. ¿Qué esperanza nos queda a los ciudadanos después de tanta racha de viento variable? A mi ninguna, y sean fieles a sí mismos: ¿a día de hoy votarían ciegamente por algún partido político? Dicen que los toros mansos podrían acabar con la fiesta nacional ¿acabarán estos políticos con la falible Democracia? Ya ni miedo me da pensar que si.

La Diputación de Huelva celebró hace apenas unas semanas la I Conferencia Europea de Acciones Locales contra el Cambio Climático, un ciclo cuyo objetivo era poner en valor la sostenibilidad y ecología de los municipios ante la suerte dispar que puede sufrir el medio natural. Brillantemente bonita la literatura del ciclo pero, ¿y el apoyo silencioso y obligado de dicho organismo provincial a la construcción del oleoducto de la Refinería de Balboa que cruzará toda la provincia incluyendo Doñana?, ¿y el proyecto de trazado de carretera nacional que cortará en dos la Sierra de Huelva separando parajes de alto valor medioambiental?, ¿es que acaso ya no interesa la ecología y el medio ambiente?.

Más sangrante resulta un PP que rechaza, censura y se opone a una, al menos discutible, subida de impuestos estatales para seguir combatiendo la actual crisis social y económica, y se inventa un canon de mejora de la red de abastecimiento de Aguas de Huelva para subir la factura al menos 5 euros por recibo. Más sencillo hubiera resultado ponerse un pasamontañas y sacarnos una navaja. Todo esto por no hablar de la generalización de la corrupción en el seno de este partido en el caso Gürtell, en el caso Palma Arena…

¿Y donde dejamos a IU?. Unas hienas políticas que se arriman y venden al mejor postor defendiendo unos ideales tan desfasados como moralmente correctos. Sentimentalmente unidos en un matrimonio de conveniencia por el día a una Mesa de la Ría que lo que único que pretende es cerrar el Polo de la Punta del Sebo para repetir modelos urbanísticos como la caótica Pescadería, e infiel amante por la noche con unos trabajadores de la industria onubense que ondean como zombies las banderitas rojas de unos  sindicatos más jerarquizados que la propia Iglesia.

Y de postre… UPyD llamando a las puertas de Juan José Cortés, el galáctico que la “progre osea osea super chic” de Rosa Díez quiere para su proyecto onubense.

 

Homo Onubensis Dixit

Problemas con el CONTADOR

Problemas con el CONTADOR

No es que me haya mosqueado con el bicampeón del Tour Alberto Contador no... no es eso.

Las cosas de la tecnología... mi contador de web nos dejó, pasó a mejor vida, sin duda se habrá marchado a otra web de más postín.

Bueno... no pasa nada. La vida sigue igual, eso dijo Julio Iglesias.

P.D. Personalmente siempre le sumaré las 1.800 visitas anteriores. Para mí son importantes.

Queden en paz

De vuelta a todo...

De vuelta a todo...

Se acabó. Se acabó el poder ver la hora en el despertador y darte media vuelta a sabiendas que no sonará. Se acabó la falta de rutina y el desorden vacacional. Se acabó. Volvemos a lo mismo, a la estabilidad de la monotonía de las semanas (no por ello tiene que ser negativo), volvemos a ser esas personas que somos durante once meses, esos espejos donde  repetimos los días una y otra vez.

Atrás y lejos quedan ya una vacaciones magníficas y maravillosas iniciadas en Punta Umbría junto a mi familia,  continuadas en La Antilla (deshonrosa actuación etílica con el gran Manolo Carbonero, un fortachón comunista de Jerez de los Caballeros), disfrutadas en Montecastillo, Jerez, en un idílico y desintoxicante hotel rodeado de campos de golf, e inolvidables en mi ya de por si inolvidable Dublín. Unas vacaciones donde lo mejor fue la compañía, como siempre, la de mi niña, que sigue siendo (contra viento y marea) la que me lleva de la mano por esta vida.

Señoras, Señores... bienvenidos a la feliz rutina.

¿Estás seguro?...

¿Estás seguro?...

Aquel suspiro chocó frontalmente con el espejo que presidía la entradita de la casa mientras, las desganadas manos, vaciaban aquellos bolsillos llenos de bultos que parecían pesarle como la vida misma. Un par de llaveros con sus inquilinos metálicos, el arañado pen drive, esa antigualla de móvil con aquella foto del verano pasado… manos que vaciaban los recuerdos y el presente.

Se sentía cansado. Más que cansado, consumido. Acabado por una situación que le hacía parecer más pequeño de lo que era. Una atmósfera compuesta de un aire sólido, grisáceo, masticable, pesado. Una vida que se le hacía cuesta arriba aunque tomara el ascensor.

Los zapatos cayeron y era tanta la soledad, que ni tan siquiera le acompañaron los sonidos del impacto con el suelo. Unos zapatos sucios, aún por desanudar, distantes entre sí, huérfanos de su par. Ya se reencontrarían mañana en sus pies, en un nuevo día, en el mismo día. En el día de siempre.

El instintivo gesto de consultar la hora mientras se quitaba el reloj le hizo recuperar la noción, que no la emoción, de un tiempo que se le hacía previsible. Las 23:31. Él mismo se sorprendió de aquella mueca que se le escapó mientras pensaba que faltaban segundos para que aquella cifra fuese capicúa.  Continuó mirando aquel regalo de Navidad hasta que apareció el nuevo: 23:32, para dejarlo en la mesita de noche junto con el libro de cabecera  recetado por su psicóloga meses atrás, “Como superar el miedo al miedo”.

Caminó desnudo por el pasillo. Le hacía bien el sentir frio del suelo en la planta de sus pies, al menos se podía permitir ese sentimiento. Caminó hasta la cocina donde aún permanecían los testigos de la excusa del desayuno. Un vaso con una cucharilla y el papel de una magdalena. Abrió el frigorífico y lo volvió a cerrar. Se hacía más solo. Tal vez sea el elemento de la casa que denote el estado de ánimo de las personas. Aquel se encontraba vació. Un tetrabrik de leche, un de par de huevos (tal vez lo que le faltaban a él) y media lechuga revestida en film transparente,  eran la justificación de tener enchufado aquel armatoste. Por un momento pensó en desenchufarlo y tirarlo por la ventana.

Desanduvo el camino hasta el dormitorio y apagó la luz. Los ruidos de la calle le hacían sentirse vivo, al menos parte de esa obra de teatro que es la vida en el que una vez más le tocó hacer el papel de árbol. Cerró los ojos y no vio nada. Ni sus sueños. Volvió a abrirlos y no vio nada. Ni a sí mismo.

Mañana será otro día… ¿estás seguro?...

Días de estío y hastío

Días de estío y hastío

La lejanía con la que veo los días señalados en el calendario como mis vacaciones me provoca cansancio. Cansancio mental, hastío, aburrimiento. Aún me falta un mes. Treinta días para saldar mi deuda laboral con los empresarios y poder dar el portazo a mis días monótonos leyendo titulares de prensa. Todo ello me afecta y lo está haciendo paralelamente al blog, a mis ganas de escribir, a mis ganas de desahogarme, a mis deseos de romper las cosas establecidas. Será el calor. O serán las pocas ganas de hacer lo que hace uno.

En la lejanía me esperan algunos días en Lisboa, un viajecito a Dublín, un fin de semana relajante en Cádiz, la fiesta del vino en Valdepeñas... y mi Punta Umabría. La hecho de menos, la necesito. Me es imprescindible el paseo por calle Ancha, el huevo york y queso del Garito, mi atardecer en el Oliver, la brisa nocturna de mi terraza... mi Punta.

No os preocupéis si me echáis en falta por aqui. Sigo en pié, dando guerra. Batallando contra todos y contra mis propios fantasmas, buscando esa estabilidad que nunca alcanzo, buscando esa utopía vital que no existe.

¡Ahi si no fuera tan complejo! (refiriéndome a mí mismo). Lo tengo todo en mis manos y no lo valoror como se merece...

Homo Onubensis Dixit

 

El Olvido

La verdad es que hace tiempo que no me desenmascaro en mi bitácora. Será el calor o esas ganas de no hacer nada propias de este verano recien nacido que se coló en nuestras casas sin permiso. Será eso, digo yo. Las ideas, los proyectos, las ilusiones todo está intacto y, confio en ello, el tiempo irá sacando de mi procesador oxidado en plena juventud las letras que desahogen la desazón e inquietud interior.

No. No me he olvidado de ti, mi blog, no.