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Homo Onubensis

Soy de Huelva. Y te amo, Huelva.

Soy de Huelva. Y te amo, Huelva.

Eres la tierra que me viste nacer hace ya más años de los que me gustaría, me has visto crecer, madurar. Me has visto ser padre, enamorarme. Me verás morir lo más tarde posible.

Soy de Huelva, te amo Huelva. Te quiero con tus cosas, con tu chocheo. Con tus coloretes de viuda, con tus arrugas disimuladas con talco. La que te guardas la calderilla en bolsas de plástico de Arcos con dos o tres nudos. La que coge tu abanico para taparte las manchas de tu vestido. La que solo vives para contar lo guapa que fuiste.

Te amo Huelva. Pero jamás me enamoraría de ti.

No.

Me resisto a tratarte como a una loca repitiendo la mentira que eres la más guapa de todas. Quizás lo fuiste, no te conocí. Es más, eres tan peculiar que ni tú misma sabes bien que hiciste en tu juventud. Te quiero, si, viviría eternamente contigo. Pero no me pidas que mi corazón sea tuyo por el simple hecho de acunarme entre tus brazos.

Quizás me tengas como ese hijo mezquino y huidizo al que solo ves por Colombinas, por Navidad o por cualquiera de las fiestas de guardar. Pero es que me duele ver como te hacen fiestas simplemente por seguirte la corriente. Estás mal. Tú lo sabes. Estás más “pallá que pacá” y si, puede ser que me equivoque, pero quizás es hora de que te pongas en manos de profesionales e intentemos entre todos hacer más livianos los años que te queden de vida. Habrá que plantearse medicarte, tratarte, que diagnostiquen tu enfermedad y así poder saber bien qué es lo que tienes.

Yo no te traeré flores, no soplaré el matasuegras en tu cumpleaños. Es más, ni te regalaré nada. Estaré, te miraré, y te sonreiré más por pena que por amor.

Por mucho que me apene sigues prefiriendo a los demás. A los que te hablan de que te montarás en AVE cuando ni siquiera se han subido en tren. A los que te llevan a Sevilla con una pinza en la nariz no vayas a infectarte de esa grandeza. Sigues yendo a inauguraciones de fuentes, plazas y rotondas por que luego puedes escuchar “Mi Huelva tiene una Ría” con la que tanto has bailado. Te hacen creer que tú eres el onubensismo o la huelvanía en persona, y los miras extrañada porque no sabes que son esas palabras. Pero te gusta que te lo digan, suena bien. Es bonito que te digan que eres algo.

Te seguiré mirando desde la segunda fila. Viendo como se rien de ti, como matan poco a poco lo que eras para hacerte otra cosa.

Ahogaré mis lagrimas con una sonrisa porque te amo y no se como decirtelo.

Te amo Huelva. Pero jamás me enamoraría de ti.

1 comentario

Topete -

Con ese tufillo de miarma frustrado...
Deberías ponerte a hablar con muchos q, aún sin haner nacido aqui, han elegido esta tierra para vivir, Como hablan de Huelva...de una manera q te hace ver q los q diafrutamos d este paraiso no valoramos esto. Instruidos en el conplejo x nuestro vecino poderoso...
Ellos m dicen q Huelva es la gran desconocida, en mi opinión siempre ha sido la gran tapada.
Besitos gay