El efecto dominó
La urgente decisión unilateral anunciada por la dirección de la empresa Ercros de despedir a los 123 trabajadores de las tres plantas que tiene en el Polo Químico, estalló esta semana en la cara de una inacabable crisis, no siendo aun digerida la noticia por ninguna de las partes afectadas en el proceso: ni trabajadores, ni sindicatos, ni la propia ciudad de Huelva, ni tan siquiera los atascados políticos que componen el cuadro flamenco en el que se ha convertido la panorama político.
La situación del Polo Químico onubense recuerda a esos funámbulos que dudan y retan al vértigo sobre un alambre, ante las miradas indolentes de una ciudadanía onubense que se deja llevar al ritmo cansino de una situación económica que empieza a agotar esperanzas y paciencias.
El cuestionado Polo se ha venido utilizando por los partidos políticos según la conveniencia del viento que sople sin cuestionar sus necesidades y realidades. La creación del Polo de Promoción Industrial en 1964 supuso para Huelva la fractura con aquel pueblo grande hecho capital a empujones y la llegada de decenas de miles de provincianos que dieron vida a los nuevos barrios en expansión. De este modo, el Polo fue recibido con los brazos abiertos por la incipiente burguesía sesentera como símbolo de progreso, modernidad y bienestar económico, sin atender al precio ecológico y sanitario que aquellos ciudadanos onubenses sin identidad ni raíces tendrían que pagar.
El gran cambio que experimentó España en el 92 sirvió para el despegue definitivo hacia la consolidación como País con mayúscula. Particularmente pienso que la Transición política española finalizó en ese año adoptando el país finalmente un peso político y un reconocimiento internacional que hasta la fecha se veían inalcanzables. Ese año supuso igualmente otra vuelta de tuerca hacia la modernidad, las nuevas tecnologías y el medio ambiente. Una nueva forma de ver y entender la vida que hizo abrir los ojos a la realidad de la Industria en el Polo Químico. Fuimos testigos (al menos a partir de entonces quisimos serlo) de vertidos descontrolados a una triste y mutilada ría, de la creación de una ciudad nevada de fosfoyesos, de la multiplicación de los casos de cáncer entre la ciudadanía… Huelva se quiso dar cuenta de la bomba que ponía fondo a las imágenes de la capital.
Comenzaron desde entonces a alzarse voces en contra de la Industria, convirtiéndose para todos en el enemigo común de una capital entretenida en la creación de un onubensismo impuesto por decreto a base de recreativismo, pasos y carretas. Se crean plataformas como La Mesa de la Ría, para solicitar el cierre definitivo escondiendo unos claros intereses económicos detrás del mismo, se anuncian acuerdos de plazos de cierres por parte de partidos políticos, se reorganizan los vertidos y las posibilidades de los mismo… mil soluciones, mil voces y ninguna medida adoptada. Muy propio del onubense arreglamundos que adoctrina desde el altar de la barra de un bar.
Dicen que uno piensa mejor con el estómago lleno. Pues no sé yo. La desesperante y repentina crisis ha desenmascarado la verdadera realidad de un arcaico Polo Químico que hace de pilar económico y laboral de lo que se ha bautizado como el Área Metropolitana. Ahora que nos hemos hecho conscientes de que el agua realmente si esta en el cuello y que las empresas comienzan a despedir trabajadores, recortar la producción, aplicar ERE´s o, como es el caso de Ercros, cerrar las plantas, ahora, los políticos y por ende la ciudadanía borrega, enarbola de nuevo la bandera del Polo Químico como santo y seña de una ciudad podrida por dentro y por fuera.
Quiero no temer que la decisión de Ercros provoque un efecto dominó sobre el resto de las hipotecadas y ruinosas empresas, ya que da la sensación que compañías como Tioxide o Fertiberia están encantadas de que les toquen las palmas para ponerse a bailar, interesándole lo más mínimo Huelva y sus huelvanos. Tarde o temprano se irán argumentando regulaciones laborales y bases económicas insostenibles dejando un reguero de paro, mierda y cáncer que nos tocará aguantar y sufrir a los apáticos onubenses desde la barra de un bar soñando con la permanencia del Recre, los pasos y las carretas…
Homo Onubensis Dixit
2 comentarios
Jesús Rodríguez Redondo -
Yo también Te Quiero
Nati -
Te quiero