El guardián entre el centeno (J.D. Salinger)
Hay que anunciar previamente y por adelantado, la afición de mi esposa a la lectura de los artículos de opinión que el escritor Javier Marías realiza semanalmente en el suplemento dominical del El País. Digamos que es asidua a tal revista por los breves artículos de Maruja Torres, de Juan José Millás o el propio Marías. Después de la lectura de las susodichas parrafadas, nada encuentra más interesante en la revista. Con eso le basta y sobra.
Pues bien. En uno de esos escritos directos y concisos, sin tapujos, el escritor madrileño enumera las obras literarias que han marcado su vida. Entre las muchas que cita, la primera de ellas, la que más le sorprendió, fue El Guardián entre el Centeno. Debo de reconocer mi más sincera y absoluta ignorancia ya que ni me sonaba el nombre de la obra y mucho menos la mente que la creó, Jerome David Salinger.
La curiosidad por la obra hizo que al día siguiente mi esposa estuviera buscándola por las librerías de nuestra ciudad hasta que dio con ella. Posteriormente, el sorprendido fui yo tras ver cómo devoraba sus hojas en apenas unos días, recibiendo con interés su ofrecimiento obstinado por que buceara de inmediato por las palabras de este escritor desconocido para mi.
El libro apenas narra un par de días de la vida de Holden Caulfield. Un chico adolescente cansado de sí mismo y de todo lo que le rodea. Un pesimista vital, un amargado por su condición de adolescente con miras de intelectual. Un chico rico, de familia rica, de educación rica y vida pobre, vacía. La obra se centra en el camino que realiza Holden desde que es expulsado de su enésimo Colegio hasta llegar a su casa. El autor narra en primera persona las peripecias, aventuras y curiosidades del trayecto donde los diferentes personajes van entrando y saliendo de la novela a la misma velocidad con la que se lee la obra. Digamos que sólo hay un personaje en la obra, el resto son adornos y artificios necesarios para comprender la mentalidad vacía y hueca del adolescente insatisfecho.
El hastío vital que Salinger refleja en el personaje de Holden puede ser interpretado como autobiográfico, ya que el escritor neoyorquino participó activamente en la II Guerra Mundial (incluso en el Desembarco de Normandía) hecho que marca negativamente el resto de su vida y de su obra.
Su escritura informal, ávida, moderna, y la estructura de la obra separada en breves capítulos, hacen que las páginas de la obra vayan cayendo sin remisión.
Una obra de arte de la escritura moderna. No se la pierdan.
5 comentarios
Jesús Rodríguez Redondo -
Nati -
Espero que mis "Modestas" lecturas te animen siempre a no dejar de escribir
Rafa López -
Jesús Rodríguez Redondo -
Rafa López -
Os doy unas pinceladas, que lo guay de esto es investigarlo uno mismo, y por internet vas a encontrar bastante. Lo más conocido es la relación de este libro con algunos asesinos y con teorías conspiratorias.El tipo que mató a John Lennon lo llevaba encima cuando le detuvieron. El que intentó asesinar a Reagan declaró estar obsesionado con él. Algo también puedes ver en la peli "Conspiración" de Mel Gibson.
Salinger murió hace unos meses, y no había Dios que le consiguiera hacer una foto ni una entrevista. Vivía retirado en el campo, y era famoso por echar a los intrusos a disparos. En referencia a este tipo puedes encontrar algo en la película "Descubriendo a Forrester", de Sean Connery.
De remate te transcribo literalmente unas palabritas extraídas de la Wikipedia: "En 2000, su hija, Margaret Salinger, publicó El guardián de los sueños. En su libro de 'confesiones', la señorita Salinger afirma que su padre se bebía su propia orina, sufría glosolalia, rara vez tenía relaciones sexuales con su madre, la tenía como una 'prisionera virtual' y se negaba a permitirle ver a sus parientes y amigos."
Espero haber conseguido convencerte de investigar un poco, porque si te gusta el libro más te va a gustar todo lo que le rodea.