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Homo Onubensis

Jueves Santo y Madrugá

Jueves Santo y Madrugá

El Jueves Santo trae a sus espaldas el punzante frío del irremediable adiós. Un adiós que con el paso de los años se va haciendo menos amargo y más necesario. El Jueves Santo es ese tránsito patibulario en el que muchos se niegan a deambular al plantearse sus temores emocionales al responderse al ¿y ahora qué?.  La luz nublada que acompaña a las Cofradías del Jueves presagia que es hora de ir haciendo balance (físico, emocional y monetario) de los días de locura en los que la ciudad se convierte en hormiguero de nazarenos y vendedores de globos y kokis.  Todo se va apagando. Los nazarenos, el público, las marchas, el ambiente, la luz, la esperanza… todo. El Jueves Santo es el día de colgar el Cerrado por Vacaciones, o por defunción, dicho sea de paso.   

Una jornada más el tema horario resultó calamitoso. Más que por el cumplimiento estricto del convenio pactado por parte de cada Cofradía, la desesperación llegó al contemplar el horriblemente lento paso de las tres cofradías. La Archicofradía de Oración y Vera+Cruz no puede tardar en salir poco más de media hora de su Sede, para luego rozar la hora de paso en Carrera Oficial. Insufrible. Como el cambio del exorno floral en el palio de Madre y Señora de Los Dolores. Un golpe de priostitis lúcida. Subsanable a Dios gracias.

Lo de Buena Muerte se ha arreglado un poco al acomodar su itinerario a las necesidades y convertirse en el recorrido más corto de toda la Semana Santa onubense. Es un visto y no visto agradecido. La Agustiniana, cofradía ochentera en todos los sentidos, sigue en su deambular incierto entre el pseudosilencio y la seriedad propia que puede tener una cofradía de “niños”. Personalmente se equivocan en su giro de tuerca hacia el lado oscuro (entendido desde el punto de visto cofrade…). Siendo una Cofradía que jamás ha sido de silencio, y teniendo su sede en un Colegio Conventual ¿no es más lógico acercarse a los niños ofreciendo una Cofradía más adecuada a ellos? Con ello no reivindico la vuelta a la Banda del Zacarías con su particular Silencio, no. Pero le añadimos unos claveles rojos, unas cantoneras, unas cornetas y el éxito está asegurado. ¿Eso no lo leyeron en EL LIBRO?*.

Los Judíos se ha quedado sin gasolina a una vuelta de meta. Explotó, muchos cambios, muchas ganas, pero… Se ha cortado el hervor cuando mejor estaba saliendo el puchero. Se ha quedado en tierra de nadie, ni sí ni no sino todo lo contrario. A pesar del esfuerzo económico y estético que han realizado para el Paso de Las Cadenas, sigo quedándome con el de Buen Viaje. Un lujazo para Huelva, y para pocos. Me sobra el picadillo (ya de moda) y echo en falta un monte de claveles rojo sangre de toro. Menos mal que el debate del repertorio musical en el Palio de Los Dolores ya está más que superado. Aun guardo en mi retina los tenebrosos costeros por La Merced…

De la Madrugá poco que decir porque nada se puede decir. Madrugá es Nazareno de 4:00 a 5:00 y de 09:00 a 12:00. El resto no existe y ni tan siquiera debiera existir salvo para los corazones de esos solitarios nazarenos nazarenístas que gozan a esas horas de ver al Señor por sus calles. A Él le sobra y basta con los que tiene, no le hace falta más nadie, ni Carrera Oficial. Misericordia es ese asterisco en las primeras horas del Viernes Santo. Es ese pequeño detalle para los rancios de gusto atrofiado. Es el sentido al porqué de esta semana de pasos y tachán tachán. Misericordia son esas ganas de vestir la túnica nazarena (¿?). Detallazo el de las dos servidoras en la Cruz de Guía. Detallazo tardío, dicho sea de paso.

Venga de Frente: El sabor a Cofradía de la Oración y Vera+Cruz

Parase Ahí: El desacertadísimo exorno floral del Palio de Vera+Cruz. El vocerío al paso del Stmo. Cristo de la Misericordia

 

*Alguno me entenderá.

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