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Homo Onubensis

No puedo, no puedo...

No puedo, no puedo...

Resulta más que evidente que estas incoherentes letras nacen sin la intención de sentenciar ni dar lecciones de absolutamente nada. Estas letras, no son más que una personalísima opinión que nace desde la experiencia de los años  que van cayendo irremediablemente porque, pese a la juventud que aún atesoro, son ya casi treinta y cinco años los que más lejos o más cerca, llevo viendo estas cosas de pasos, santos y procesiones.

Insisto. No se si son muchos o pocos, pero son ya varios los años que llevo alrededor de todo esto y creo que, al menos, tengo los mimbres para poder formar una opinión de la que, amigo lector, puedes estar de acuerdo o no.

En estos días de devoción cintera, en donde Huelva se echa a la calle para acompañar a su patrona, mis sentidos no pueden sino chirriar ante los diferentes actos y cultos que se celebran. No me gustan. Lo confieso. Me confieso. Al fin y al cabo la vida es cuestión de gustos y lo que, insisto, personalmente, entiendo lo que debiera ser y suceder en torno a la Hermandad de la Cinta, dista enormemente de lo que veo durante estos días por las calles de nuestra ciudad.  

Después de esto algunos empezarán con la cantinela de que “no se quiere a la tierra” y esa estupidez patriótica de Huelva como referente mundial de la belleza. Quizás hablo porque me duele, quizás intento con mis letras despertar la conciencia del homo onubensis que tapa sus carencias con flores y cera (al igual que hacían los pasos allá por los años 60).

Comencemos por la bajada, inicio del curso cofrade para muchos donde las señoras empiezan a pasear las primeras rebequitas de hilo de la temporada. Recuerdo la bajada como un acto íntimo, cariñoso, familiar, donde apenas un par de centenares de personas acompañaban a la virgen en silencio por la ladera de esa fachada al mar que tiene Huelva que es el Conquero. Alrededor del paso, rezando, esperando el amanecer para dejar a la virgen en La Merced. Más que una procesión era un simple traslado. Veamos ahora y respóndanme ¿no es curiosa la aglomeración de fieles en torno a desayunos gratuitos? ¿no es curioso el fervor que se demuestra a unos Campanilleros a los cuales se les espera en determinados sitios para cantar?. Quizás se hayan desvirtuado un poco y hayan perdido la esencia que debieran tener (este año incluso los acompañaba un bajo). Sería interesante que se velara por los cantos populares al modo tradicional, con instrumentos básicos, arropando más a la virgen durante todo el recorrido, invitando a que los fieles recen y les acompañen en sus cánticos. El resto, creo que se está desvirtuando. El hecho del poco acertado acompañamiento musical de los tambores de la Banda de la Salud lógicamente está fuera de lugar y obviamente no hay que darle más relevancia.

Y por descontado la llegada ya con el amanecer acabado a la Santa Iglesia Catedral, ya que no entiendo como se puede ir a otro templo que no sea éste. Hace unos días le escuchaba a un mozalbete del Grupo Joven de la Hermandad de la Cinta decir que está más cerca y va más gente. ¿Más cerca? ¿más cerca de qué?. De todos modos entre la Parroquia de la Concepción y el templo catedralicio hay… ¿500 metros?. ¿Qué es para facilitar el acceso de los fieles? ¿cuántas líneas de bus y paradas de taxi hay en Méndez Núñez y cuántas en la plaza mercedaria?. En fin. Que no tiene cabida ni base el cambio. Recuerdo cuando la Merced se abarrotaba incluso una hora antes del comienzo de la novena ¿realmente es por los fieles?.

Hablando de novena y como nota curiosa, el mismo chico del Grupo Joven decía en el mismo programa televisivo que se iban rotando los días de novena para evitar el cansancio. En fin. En absoluto descarto que en algunos años realicen un triduo para poder organizar mejor las procesiones. No estaría del todo mal que la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Cinta velara por quién sirve de imagen corporativa, no dejan de representar a la Hermandad de la Patrona de la Ciudad.

Cronológicamente seguimos con la Procesión Solemne. Otro invento sacado de la chistera para darle contexto a la llegada de la virgen a la Concepción. ¿No es procesión solemne, pues porqué el paso no va totalmente engalanado?. Es una procesión que sobra, no tiene cabida ¿es por procesionar a la Patrona (la cual vuelve a salir al día siguiente) o es para procesionarse a sí mismo?. Aunque bueno, lo que ya es rematadamente desacertado es el tema mantilla/chaqué. Poco más voy a decir que da verdadera lástima ver a señoras y señores engalanados con ropas que no saben ponerse ni lucir. Hubo algunos casos verdaderamente ridículos y eso, lo confieso, me da pena, pena y vergüenza ajena. No puede haber una procesión más desacertada. Por cierto, una última pregunta ¿cuántos costaleros calza el paso? A veces parece que vas a ver pasar la Cena… cuántos costales.

El fallo radica en la necesidad de realizar una procesión solemne, ya que quizás es que no se le otorga deliberadamente la solemnidad que requiere tanto a la bajada como a la subida. ¿no puede ser solemne tanto uno como otra? ¿no puede haber en la procesión del día 8 un cortejo?. Muchas incognitas sin duda.

Y dejamos para lo último la procesión del día 8. El día grande, o el que debiera serlo. ¿Desde cuando a la Virgen de la Cinta se le ha cantado sevillanas y rumbas? ¿cuál es la necesidad de “balconear” y hacer el recorrido interminable acudiendo a cada llamada de fieles en forma de sevillanas? Algo espontaneo, surgido, sentido… pero espectáculos en determinados casos con coreografías entre costaleros y cantantes no deben tener cabida. Esto no es un Cruz de Mayo ni un casting ¿o si?.

Insisto y quiero dejar claro. Es mi opinión. Mi opinión de cofrade rancio de ruan y cofradía silente, de cofrade de doble genuflexión y mirada al frente, de cofradía intimista alejada del bullicio.

Esto no va a cambiar, ni lo pretendo. Esto es así. Esto es la Huelva que JAMAS ha sido y ahora nos quieren vender y empapelar.

Lo único que puedo hacer es contener mi rabia, reflejarla con estas letras y quedarme en casa.

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